Fundación Valentín de Madariaga

1/12/11

LA ENTREVISTA DEL MES DE DICIEMBRE: EDUARDO D'ACOSTA

Continuamos con nuestra sección de "la entrevista del mes", en esta ocasión, contando con la colaboración de uno de los docentes que imparten clases en la Fundación: se trata de Eduardo D'Acosta, docente del Curso de Especialización en Fotografía Contemporánea que se imparte por segundo año consecutivo en la sede de la Fundación y que además para el año 2012 trasladamos al CAC Málaga.

Para el equipo de la Fundación es un honor contar con él, por su amplia experiencia, profesionalidad y su inquebrantable amor por su trabajo. Dado el éxito que el curso ha tenido en sus dos ediciones, confiamos en seguir contando con él para futuros proyectos. Para conocerlo un poco más, le hemos invitado a que responda a algunas preguntas sobre sus inicios, aspiraciones y sensaciones; estas son sus respuestas:



    FVM.- ¿Cuánto tiempo llevas trabajando como docente?
ED.- Llevo exactamente 10 años, empecé joven dando clases en un colegio privado haciendo sustituciones cuando faltaban los profesores de Historia, Historia del arte, filosofía y geografía. También llegue a dar clases de música y de plástica. El primer año daba algo diferente cada semana, era muy divertido, trabaja bastante pero aprendía mucho más.
Luego tuve la oportunidad en el curso 2002/03 de empezar a dar clases de fotografía y no la dejé pasar. Sólo había un pequeño problema, era en Santander. Pero no me lo pensé dos veces cogí la maleta y me fui al norte.
FVM.- Nacido en una familia sin trayectoria profesional en el mundo del arte y la cultura, ¿cómo nace esa pasión por la fotografía y el arte?
ED.- La pasión por el arte creo que nace desde la curiosidad. Desde muy pequeñito, te hablo de 3 ó 4 años siempre he ido “investigando” todo lo que me rodeaba. Eso añadido a la condición de ser gemelos hizo que desde muy pronto sintiéramos la necesidad de aprehender lo que teníamos más cerca.  Al principio de manera muy ingenua pero luego de forma más razonada.
Con 5 ó 6 añitos, y siendo gemelos como te digo, ya nos dividíamos las tareas perfectamente. Mi hermano Sema y yo nos complementábamos perfectamente. Él tomó el rol de escribir y yo de dibujar. Él era delantero, yo portero, él zurdo, yo diestro. Con esa edad realizamos un cómic donde él hacía el guión  y yo los dibujos. Eran álbumes completos con un trabajo enorme, pero quedaban de maravilla. Mi madre los enseñaba con mucho orgullo. Desgraciadamente se perdieron.  Luego con los años yo pasé a ser “el artista” de clase y mi hermano “el intelectual” o “el escritor”. Si había que hacer una pancarta él pensaba el texto y yo hacía los dibujos. Todo muy natural.  En Bachillerato me pasaba las clases dibujando en los márgenes del folio, todos los profesores me decían que estudiara BBAA, al final terminé en Publicidad para no tener que hacer la prueba de acceso que era una ridiculez y además con carboncillo. No me veía.
Lo de ser los primeros en la familia que se dedican al arte no es del todo cierto, hemos tenido suerte por el tiempo que nos tocó vivir y sobre todo por el esfuerzo de mis padres. Mi madre es una mujer muy muy creativa; desde muy joven cosía para la calle, y prácticamente sin estudios era capaz de reproducir cualquier patrón y hacía modelos de costura verdaderamente artísticos. Mi padre que ha trabajado en el campo desde los 12 años, primero cuidando cabras y luego y hasta hoy realizando todas las tareas del campo, es un hombre muy lúcido. Si hubiera tenido la oportunidad que él nos ha dado a nosotros seguro que hubiera llegado a ser un gran abogado o un gran profesor.
FVM.- Háblanos un poco de tus inicios: ¿Cuál es tu formación, cómo y cuando empezaste y por qué decidiste guiar tu camino hacia la docencia?
ED.- Estudié publicidad y RRPP, y luego simultáneamente Historia del Arte. Sí, dos carreras a la vez. Suena muy raro pero cuando lo hicimos (hablo en plural) nos pareció de lo más normal. Cuando terminamos con 23 ó 24 años éramos licenciados por partida doble pero los trabajos que nos ofrecían eran un desastre. Mi primer contrato fue de taquillero-portero en la piscina de Gerena, luego trabajé en la obra durante 6 meses, después en un bar, hasta que vimos que aquello no podía ser. Le pedimos prestado 300.000 pts a mi padre (una fortuna) compramos un ordenador y montamos un pequeña y cutre agencia de publicidad.
En 5 meses pagamos la deuda, y un poco después ganamos nuestro primer millón (de pts); luego nos compramos un coche. Y durante dos años nos fue de maravilla. Pero no estábamos contentos. Al final decidimos dejarlo y nos volcamos para ser profesores.  A mí lo que de verdad que interesa es enseñar, trasmitir lo poco o mucho que voy aprendiendo. Y después si es hablar de arte mucho mejor.  Emocionarse con una fotografía y luego poder contarlo no tiene precio.
FVM.- ¿Qué es lo que te resulta más difícil de ser docente? ¿Y lo más sencillo?
ED.- No se puede medir en esos términos. Lo más complicado es explicar a un alumno cómo son sus fotos. Hablar de los trabajos de los demás es una gran responsabilidad sobre todo cuando sabes que eso influirá en el resultado final. Por eso hay que leer mucho e investigar para formarse y poder ayudar a alguien que te pida consejo. A  la vez esa es la parte que da más satisfacciones, reconocer en una fotografía de un alumno parte de algo que tú le has enseñado. Mi obligación es sacar lo mejor de cada uno pero eso supone implicarse al máximo y tomarse en serio cada segundo del trabajo.
FVM.- En el tiempo que llevas trabajando como docente, ¿qué es lo que más te ha satisfecho? ¿Y lo que menos?
ED.- De lo que estoy más satisfecho es de la cantidad de amigos que tengo después de trabajar en diferentes sitios. Además hay muchas alegrías puntuales, por ejemplo el otro día me llamó un ex-alumno de la Escuela de Arte que ha ganado el premio de retratos de El PAÍS. O cuando algún alumno o compañero expone, son muchas alegrías.
Lo que peor llevo es la parte burocrática de la educación pública. Hay una parte de papeleo que llevo fatal entre otras cosas por las incongruencias de la propia administración pública. Además de eso me suelo enfadar constantemente por el poco valor que le damos a la educación pública. En la Escuela de Arte de Sevilla estamos intentando que el nivel de fotografía sea de los mejores de Andalucía y de España pero hay alumnos que no son conscientes de ese esfuerzo. Me da mucha rabia que este país se valore mucho más cuando se paga. En Sevilla se está pagando muchísimo dinero en academias privadas por enseñar una décima parte de lo que mostramos en la Escuela.
FVM.- Recordando tus años de estudiante y ahora que tú estás en el “otro lado de la clase”, ¿observas carencias formativas en la Universidad? ¿Cómo crees que afecta eso al posterior desarrollo y trabajo de los profesionales de la cultura?
ED.- La Universidad está muy mal. De verdad, no es una frase hecha. No se enseña a pensar. Simplemente se exponen unos temas teóricos y como las lentejas. Los tomas o los dejas.
Además el problema principal es la distancia que crea entre la realidad y la educación. Eso depende del profesorado, hay una brecha enorme y para cambiarlo habría que empezar desde cero. El problema son las estructuras. Aún llevando relativamente poco tiempo dando clases noto que cada vez los alumnos llegan menos preparados de la Universidad. Cultura general saben cada vez menos y fechas como la guerra civil, los reinados o hechos puntuales históricos como el descubrimiento de América o la revolución rusa para algunos son ciencia ficción. Tampoco quiero ser fatalista también hay alumnos muy buenos que se han cultivado por su cuenta.
FVM.- Además de tu profesión como docente en la Escuela de Arte de Sevilla y en el Curso de Especialización en Fotografía Contemporánea de la Fundación, ¿en qué otras ocupaciones emplea su tiempo Eduardo d’Acosta?
ED.- Ufff! Leo bastante, miro muchísimas exposiciones, viajando cuando puedo o por internet en la mayoría de los casos, ayudaba a mi padre en las tareas del campo de vez en cuando, antes hacía deporte pero ya casi nada y luego cuando me queda tiempo hago fotos.
FVM.- Un amante de la fotografía como tú, además de centrarse en la docencia, suponemos que realizará sus propios trabajos o proyectos fotográficos; ¿podrías hablarnos un poco de esta faceta? De tus trabajos realizados, exposiciones, proyectos en curso, ideas futuras…
ED.- Mis proyectos personales son muy variados formalmente pero en el fondo siempre hay un mismo hilo conductor: La fotografía como mentira. Expuse por primera vez en un pueblecito de Santander, luego he ido enseñando mis fotografías en colectivas y en 2009 la galería Birimbao me brindó la oportunidad de enseñar uno de mis proyectos: Apariencias.
La fotografía es una mentira, pero está asumido que lo que vemos es una realidad duplicada y por ello aceptamos ese trato. Pero es todo lo contrario, una imagen siempre es la interpretación de la persona que la captó. Y eso ya condiciona, crea una opinión y cambia si quiere el sentido de la referencia real. En los primeros trabajos me he preocupado, a veces de manera muy ingenua, de mostrar cómo la imagen no es más que un papel bidimensional que en nuestro cerebro, por la educación humanista de la que estamos presos, cambiamos y le damos una tercera dimensión.
Ahora intento cambiar hacia conceptos muchos más abstractos, como el uso de la imagen publicitaria en las vallas de carretera o el profundizar en la idea de copia, reproducción u original pero siempre desde la óptica de la imagen como engaño.
FVM.- ¿Cómo te ves dentro de 10 años respecto a tu trabajo en la fotografía?
ED.- No lo sé. Lo que me gustaría sería mirar atrás y pensar que mi trabajo era muy flojo y que tenía muchos defectos. Eso significaría que he seguido creciendo.  No tengo tampoco ninguna intención de ser artista conocido, ni de exponer en ARCO ni nada por el estilo. Lo que de verdad me interesa es seguir avanzando en mi carrete docente, terminar la Tesis y seguir preparando mis clases. Me veo en la Escuela dando clases con más ilusión que ahora y ojalá también dando el curso en la Fundación Madariaga.
FVM.- Si tuvieras que hacer un análisis breve y conciso del panorama cultural actual y en concreto de la fotografía contemporánea, ¿qué ideas principales destacarías?
ED.- Demasiado variado para concretarlo en una respuesta. Pero las palabras que podrían definir la fotografía hoy son  “globalización” e “inmediatez”. Con internet todo ha cambiado, la concepción clásica de la fotografía ha girado por completo. La fotografía digital ha supuesto un avance no sólo en la parte técnica, también, y siendo mucho más importante, en la manera de hacer y entender la imagen.
FVM.- ¿Cómo es la relación con otros profesionales en los dos ámbitos en los que te mueves: la docencia y al arte contemporáneo?
ED.- Creo que buena, aunque de todo como en todos los aspectos de la vida.  Es cierto que muchos confunden los problemas del día en el trabajo y lo llevan a lo personal. Pero eso es inevitable. En la Escuela tengo 2 ó 3 muy buenos amigos, los mejores, pero luego los demás son compañeros.  Y con los artistas igual, tienes amigos y ya está. Me da igual si es artista o si es peluquero. Eso no importa. Si es cierto que cuando hay intereses comunes es lógico que coincidas con la misma gente en las exposiciones y en las inauguraciones. Al final acabas teniendo muchos amigos en el gremio pero por pura coincidencia de intereses e inquietudes.
FVM.- Al finalizar este curso, ¿qué esperas de tus alumnos/as?  
ED.- Sinceramente que vean las posibilidades tan enormes que tiene este medio de expresión, y luego que hayan adquirido una cultura visual que le sirva de apoyo en sus proyectos personales. Admito que soy un poco intenso, y que las clases son muy densas, que es mucha información para tan poco tiempo, ojalá el curso durara 200 horas más. Pero estoy seguro que con el paso de los meses irán digiriendo, y sacándole provecho a  todo el material visto en el curso. Luego, a nivel más personal, que sigan enamorados de la fotografía y si es posible que transmitan ese cariño y ese amor a cuántos puedan. Yo pongo muchísima pasión en lo que hago, me esfuerzo por transmitir que la fotografía puede hacernos mejores personas. No es idealismo ni cursilería. Simplemente nos ayuda a entendernos mejor y conocer mejor al mundo que nos rodea. 

Puedes seguir sus trabajos en su web y estar al día de todas las novedades de fotografía y arte contemporáneo en el blog que él mismo gestiona: escueladefotografia.blogspot.com


5 comentarios:

Eduardo es el mejor docente que he tenido nunca, muestra tanta pasión por lo que hace que sus clases se pasan volando. Gracias por todo lo que nos das.

Ah y su blog de fotografía es el mejor de España

Enhorabuena Eduardo!. Me considero afortunada de haberlo tenido como profesor en historia de la fotografía, Eduardo sabe poner ante los ojos del alumno un horizonte enorme que te engancha para seguir indagando por los "derroteros de la fotografía" y además transmite con mucha pasión, lo que obviamente contagia. Es un tio genial!

Eduardo es un excelente docente, soy maestra y sé de qué hablo, transmite su pasión por la fotografía y entusiasma con su saber y su buen hacer. Y además una persona maravillosa... Yo le estoy agradecida hasta el infinito y más allá.

Desde muy pequeño supo explicar lo que veían sus ojos con una claridad y una sencillez tan grande que todo lo que transmitía y compartía lo hacía divertido, interesante.
Toda la vida nos ha estado enseñando, con una capacidad innata, a dar animación y profundidad a todo lo que parece estar quieto.
Gracias EDU, eres grande!

Un apasianoda de la fotografía y de todo lo que se propone. Las preguntas y respuestas ayudan a conocerlo más. Enhorabuena Eduardo por lo que haces y por como eres.

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